El Alcázar despidió el curso con un partido el lunes a la noche frente a la tripulación de la fragata Guepratte, atracada en Maó. Triunfo rojo por 78-66, con obsequio galo a la conclusión | S.P.

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El Alcázar abunda en su libro de estilo. Más si cabe. El cuadro rojo diseña su temporada de debut en la primera liga EBA Balear de la historia –si el proyecto de la FBIB toma forma definitiva, como así apunta– con la que será una de las plantillas de media de edad más rebajada de todos los tiempos. Estreno en un 'novedoso' estadio competitivo con ingente talento también de estreno cuando la entidad cumple el venidero octubre sesenta años de existencia. Su filosofía, elevada a la máxima potencia.

Según desvela su técnico, Siso Pons, el Alcázar afrontará la EBA autonómica «con unos seis-siete juniors en rueda, nuestra dinámica será diferente. La gente joven será la base más que nunca, y entendemos que Piedra puede irse a La Salle, es una posibilidad. Le reemplazaríamos por un elemento joven».

Las migraciones académicas ocasionarán nuevamente estragos en Sínia Costabella, de ahí también la obligada regeneración. Tres jóvenes puntales como Eloi, Teixi y Carlos Sintes, «saldrán de la Isla con toda probabilidad», expone Pons. Matalí se advierte difícil que siga, y al margen el club mahonés «pulsará» a exjugadores de la entidad con deseos de retorno. En suma, el Alcázar, una idea sexagenaria de insobornable modificación.