Diez fue la primera mujer en terminar los 185 kilómetros el año pasado y la tercera clasificada en la general. En la imagen, en el momento de su llegada a meta en Ciutadella. | TCdC

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"Yo también puedo correr por Camí de Cavalls". Eso fue lo que pensó más de una mujer el año pasado después de ver como la catalana Laia Díez cruzaba la meta en la Compressport Trail Menorca Camí de Cavalls con un tiempo de 27 horas, 16 minutos y 33 segundos en los que fue capaz de recorrer los 186 kilómetros del trazado acabando como la primera fémina y la tercera en la clasificación general. Una portentosa exhibición de una Diez (Sant Vicenç de Castellet. 1978) que compagina su trabajo como entrenadora personal con la pasión de zamparse kilómetros con una sonrisa perenne. Su objetivo pasa por repetir la victoria y mejorar el registro, aunque por encima de todo "disfrutar de una carrera en la que te lo ponen todo a favor para que lo pases como nunca".

¿Cómo ve la Compressport Trail Menorca Camí de Cavalls?
Esta carrera es muy distinta a las que hago. Es más larga y obliga a tener un componente psicológico muy elevado. Otro punto peculiar es que la gente acostumbra a decir que no hay desnivel pero sin duda es una carrera 'rompepiernas'. El paisaje que vas encontrando es extraordinario, es lo que la hace especial. Es sencillamente impresionante.

¿Qué recuerdos tiene más frescos del año pasado?
Toda la gente. Tanto de la organización como los demás corredores o las personas que simplemente acudieron al Camí de Cavalls para animarnos. Al ser una isla tan pequeña, es más fácil que le cojas mucho cariño y que te la hagas un poco tuya. Todos estamos un poco pendientes de ella y de lo que pasa. Recuerdo que el año pasado la noche anterior a la carrera no podía dormir porque caían truenos y relámpagos y por la mañana lució un sol increíble. Luego, la noche en carrera se levantó un temporal del sur. Esto hizo que la organización todavía se volcase más con los corredores. Una de las mil anécdotas que podría contar y que es un ejemplo claro de lo especial que es este evento fue que en el avituallamiento de Cap d'Artrutx, cuando hacía mucho viento, caía mucha agua y tenía mucho frío, me dieron un vaso de chocolate caliente. Me emocionó.

¿Cuál es el potencial real de esta carrera de cara al exterior?
Es altísimo. Puede llegar a ser un referente a nivel nacional. La gente ya de por sí está enamorada de Menorca, gusta muchísimo como destino turístico. Si encima la puedes disfrutar de forma activa es un plus, así como el hecho de que puedas disputar cualquiera de las cinco pruebas, desde los 186 kilómetros de la carrera completa, los 100 de la costa norte, los 86 de la costa sur, los 32 del trekking de la costa norte o los 55 del trekking sur. Se valora muchísimo. Además se está haciendo una buena promoción, en Cataluña muchísima gente me ha hablado de ella y no por el hecho de que yo la haya disputado. El paisaje tan variado y tan bonito la hace especial, sin duda.

El año pasado fue la mejor mujer, con un tiempo de 27 horas, 16 minutos y 33 segundos para recorrer los 185 kilómetros, lo que le valió ser la tercera clasificada. ¿Cuál es su objetivo?
Cada carrera es un mundo en todos los sentidos. Mi primer objetivo es disfrutar. Si voy mal y me quedan por delante 80 kilómetros de sufrimiento, no sé si lo voy a hacer. El segundo objetivo es acabarla porque puede pasar cualquier cosa. A partir de aquí no te esconderé mi carácter competitivo y ambicioso. Quiero mejorar mi tiempo, pero el principal objetivo es disfrutar porque es una prueba que invita a ello porque como siempre digo: "El auténtico rival de cada uno es si mismo".

¿Cómo ha preparado una carrera como esta? No se puede salir a hacer tiradas de entrenamiento de 150 kilómetros, por poner un ejemplo.
La preparación la he dividido en tres bloques. Empecé a prepararla en enero y siempre teniendo en cuenta que debía compaginarlo con la Liga Catalana de Trail. Los tres primeros meses sirvieron como periodo para conseguir una base. Hice una carga de kilómetros importante a un ritmo tranquilo llegando a una media de unos 120 kilómetros semanales. Podía, en un día, hacer unos 40 ó 50 kilómetros en una salida. En el segundo bloque he rebajado las distancias pero he incrementado el ritmo y he trabajado aspectos más específicos como el desnivel, series o el terreno irregular similar al que me encontraré en el Camí de Cavalls. Este periodo ha durado entre un mes y medio y dos. Por último, a falta de tres semanas para la carrera ya he bajado en todos los sentidos para llegar en el mejor estado posible. Puede que haya hecho unos 50 kilómetros semanales. Hoy por ejemplo he hecho diez kilómetros. También, en la temporada de competición, cuido muchos aspectos como la alimentación, la hidratación y voy mucho al fisioterapeuta. Pero sin duda, el entrenamiento más importante es el descanso. Hay que hacerlo mucho y bien.

¿Qué consejo puede dar a la gente que vivirá todas estas experiencias por primera vez este año?
Que por encima de cualquier cosa, disfruten y vivan la carrera. El Camí de Cavalls es precioso por su paisaje, por la gente que te encuentras... Es importante también que tengan la mente bien preparada. Todos sufriremos algún bajón, es inevitable, pero que tengan claro que unos metros más adelante tendrán un subidón. Lo bonito de este deporte es que te puede parecer que estás hundido en algún momento y unas zancadas más adelante estás eufórico y tocando el cielo. Un truco que suelo usar es el de visualizar la meta. Verte a ti mismo cruzando la línea porque cuando llegas todo lo que sientes es indescriptible, es una sensación impresionante y maravillosa.