Campo de Menorca | Gemma Andreu

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El Govern balear ha autorizado este viernes a la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación que elabore el Plan Estratégico para el Mantenimiento del Sector Ganadero y para la Viabilidad Económica y Sostenible de las Explotaciones Ganaderas en las Islas Baleares 2020-2023.

El objetivo principal es mantener la actividad ganadera con una especial consideración al ámbito pluriinsular, ha explicado la portavoz del ejecutivo, Pilar Costa, tras la reunión del Consell de Govern.

La conselleria ha incorporado una partida de 300.000 euros para iniciar la elaboración de este plan.

El plan tiene que tener en cuenta factores relacionados con la competitividad como la producción ganadera, la industria agroalimentaria, la comercialización y valorización de los productos de origen animal, la profesionalización en términos de formación y transferencia tecnológica, la búsqueda y la experimentación, la adaptación y la mitigación de los efectos del cambio climático, así como la pluriinsularidad.

Tiene que contar también con una diagnosis de la situación de partida del sector ganadero y su evolución en los últimos años, junto con un análisis de identificación de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.

Así mismo, tiene que incluir las medidas y acciones concretas que se ejecutarán para conseguir los objetivos estratégicos, con un presupuesto y cronograma para conseguirlas.
La situación actual de la ganadería en Baleares es «preocupante», ha reconocido la portavoz.

En concreto, los censos de vacas lecheras, ovejas y cerdas han disminuido alrededor de un 30 % en los últimos diez años, y el número de explotaciones ganaderas de pollos, tras el cierre en 2015 del único desollador de aves de Mallorca, es testimonial.

También ha bajado, en consecuencia, el número de sacrificios. En los últimos cinco años se ha producido un descenso del 13 % en cuanto a bueyes, un 5 % de corderos y un 13 % de cerdos. Desde el punto de vista de «soberanía alimentaria», los niveles actuales de sacrificios no llegan ni al 20 % del consumo de carne en los hogares de las islas.

La insularidad y la ausencia histórica de políticas públicas que compensen sus efectos constituyen la principal razón de la situación actual.

Además, ha explicado la portavoz, los efectos de la insularidad inciden «muy negativamente» en la rentabilidad de las explotaciones ganaderas, que acaban por desaparecer por problemas económicos.

La ganadería -ha continuado- está ligada a la tierra, puesto que sostiene más de tres cuartas partes de la superficie agraria útil y aprovecha los recursos naturales de los cultivos de grano y de forrajes. Finalmente, también está adaptada a los factores agroclimáticos del Mediterráneo occidental con las razas autóctonas y mejoradas, y tiene un papel en la mitigación del cambio climático.

El procedimiento para la elaboración del plan será el siguiente: la conselleria elaborará una diagnosis que trasladará a las organizaciones agrarias profesionales y las cooperativas agroalimentarias para definir mejor las líneas de actuación. Seguidamente elaborará la propuesta inicial del plan, que igualmente se trasladará al sector para hacer aportaciones y, finalmente, la propuesta del plan será aprobada por el Consell de Govern.