Familias. Son los principales usuarios de las viviendas vacacionales, que tienen una capacidad de entre 6 y 8 plazas. De acuerdo con la Ley de Turismo no se pueden alquilar por plazas, sino en bloque.

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La oferta extrahotelera tiene un peso importante en Balears y supone una demanda al alza, de acuerdo con las estimaciones del sector. La Conselleria de Turismo tiene registradas cerca de 100.000 plazas de viviendas turísticas.

La aprobación de la Ley de Turismo en julio de 2012 pasó a permitir la comercialización turística de todo tipo de viviendas unifamiliares, de las pareadas y de las asimiladas como casas de pueblo unifamiliares entre medianeras. Para ello, hay que registrarse en la Conselleria mediante lo que se denomina una 'declaración responsable'. Este paso supuso ampliar las tipologías a todas las posibles salvo a edificios plurifamiliares de uso residencial, que están en plena batalla para que se les reconozca su derecho a la comercialización turística.

De todos modos, los propietarios de viviendas que sí pueden comercializarse como oferta turística consiguieron «una mayor seguridad jurídica» con la aprobación de la normativa, según reconoció el presidente de la asociación de propietarios de viviendas vacacionales, Miquel Cifre. Detalló que a pesar de que la actividad que desarrollan siempre ha sido legal, ahora tiene «más garantías» para el cliente.


Incremento

En concreto, con la entrada en vigor de la Ley de Turismo, en dos años se han dado de alta alrededor de 5.000 nuevas viviendas, lo que puede suponer 35.000 plazas vacacionales más. Desde 1984 hasta 2012 se habían registrado en las Islas unas 5.500 viviendas, de modo que en solo dos años se igualó el número de altas.

En cuanto a las previsiones de este tipo de alojamientos turísticos, Miquel Cifre explicó que se trata de un mercado que crece «de forma moderada». Avanzó que las expectativas son buenas y que, al igual que en los hoteles, los meses de mayor demanda son los del verano. Muchas familias de las Islas que tienen viviendas unifamiliares -segundas residencias- aprovechan los meses de verano para alquilarlas a turistas. Aunque el precio medio ronda los 2.000 euros a la semana, algunos alquileres oscilan hasta los 7.000 euros semanales.

Sin embargo, al no estar permitida la comercialización turística de apartamentos en viviendas plurifamiliares, desde la Conselleria de Turismo controlan cualquier irregularidad.

La directora general de Turismo, Monserrat Jaén, señala que durante este verano está previsto que se haga una campaña de inspección en toda la oferta de alojamiento ilegal en las Islas, para lo que los servicios de Inspección de la Conselleria harán un control de todos los sistemas de comercialización de este tipo de oferta en inmobiliarias que se comercializan por internet. El objetivo es «erradicar este tipo de oferta de alojamiento y lograr que aquella que se pueda homologar lo haga cumpliendo los plazos previstos y los trámites administrativos vigentes».