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El ex concejal del PP en Lloseta, Felipe Ferré, imputado dentro del caso IBATUR, ha manifestado ante el magistrado instructor de la causa, Juan Ignacio Lope Sola, que el ex conseller de Turismo, Joan Flaquer, el ex gerente del Instituto Balear de Turismo, Raimundo Alabern, y otros dos cargos dependientes del departamento del Govern eran conscientes de que las facturas de los contratos que otorgaban desde la Administración pública durante el pasado mandato del PP "estaban hinchadas".

En la comparecencia que ha efectuado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2, el ex edil ha ratificado de este modo las declaraciones que ya realizó el pasado mes de julio en dependencias policiales y en las que ha prestado su colaboración con los investigadores con el objetivo de esclarecer las pesquisas en torno a la presunta trama urdida a través del IBATUR y con la que se habrían desviado millones de euros públicos.

El también administrador de las empresas Comarca Global, Gourmet and Boutique Island e IAS Hong Kong, y sobrino político del ex presidente del Govern, Jaume Matas, ha explicado que, entre las presuntas prácticas ilegales que se llevaron a cabo desde el Ibatur, desde sus empresas -que se hallan entre los principales proveedores del Ejecutivo autonómico durante la anterior legislatura-, se efectuaban trabajos "para exagerar lo que se cobraba" y "siempre se hacía un pequeño expediente".

Ferré, quien ha eludido responder a las preguntas de las defensas personadas en la causa, ha sido interrogado así sobre los numerosos expedientes presuntamente irregulares y las facturas que se le abonaron desde el Ibatur por servicios supuestamente inexistentes. Ya en sede de la Jefatura Superior de Policía justificó que este trato de favor se debió "en primer lugar" a su parentesco con Matas, motivo por el que "no se me discutía nada de lo que presentaba".

En su comparecencia, el ex concejal, asistido por la letrada Rosa Díaz Campillo, ha explicado nuevamente cómo Flaquer le dijo en enero de 2006 que le iba a dar una prima extra de 40.000 euros "por la buena organización" con motivo de un viaje promocional a China, cantidad que se le iría abonando mediante facturas infladas. "Todas las facturas hinchadas incluían esa prima" y fue Flaquer quien autorizó pagarlas, según ha señalado Ferré, quien ha declarado que cuando llegaron a Mallorca "fuimos elaborando facturas". "El precio no era real, nos lo iban pagando en diferentes facturas", ha incidido.

Asimismo, entre otros expedientes ha sido inquirido por el relativo a la traducción de la palabra IBATUR al chino, cuyo coste real fue de 200 euros pero, según afirma, la empresa pública abonó 5.568 euros, mientras que otro por importe de 12.000 euros por un servicio de traductora ha señalado que el coste real era de 700 euros. Respecto a este último, ha aseverado que Alabern "era consciente de que la factura no se ajustaba a la realidad" y ha apuntado que Flaquer "estaba al tanto de todo esto".

El encausado también en otro caso de presunta corrupción conocido como Scala, ha sido preguntado por el proyecto Honey Moon, que llevó a cabo la empresa Comarca Global y por el que el IBATUR abonó 300.000 euros sin concurso ni expediente alguno, tal y como ha manifestado, recordando que fue Flaquer, a instancias de Matas, quien le encargó llevar a cabo la propuesta, consistente en promocionar Baleares a través de televisión trayendo parejas chinas recién casadas a las islas, siendo Alabern quien firmó la autorización del gasto.

Ferré: "Elaboramos un expediente en una noche"

En este contexto, ha afirmado que el entonces asesor jurídico del IBATUR, Miquel Àngel Bonet, le llamó para que fuese al IBATUR "con hojas en blanco" a fin de vestir el expediente del proyecto, que se hizo en una sola noche. Sin embargo, cuando desde China pidieron que se hiciera un programa en directo desde Mallorca, Alabern y Flaquer se negaron "para no gastar un duro más" aunque pidieron a Ferré que acabara él el proyecto "costase lo que costase" debido a las quejas recibidas en la Embajada china de España y les preocupaba "que el PSOE se enterara de lo que había pasado".

Es por ello que, según ha relatado, "puse de mi bolsillo" 500.000 euros sin remuneración alguna, bajo la advertencia de que le denunciarían si no acababa el proyecto.

Finalmente, el imputado, tal y como ya había puesto de manifiesto en el marco del caso Scala, ha señalado que el ex conseller de Comercio, Josep Juan Cardona, la ex gerente del Consorcio de Desarrollo Económico de Baleares (CDEIB), Antònia Ordinas, y el ex director general Kurt Viaene, estaban detrás de las sociedades Gourmet & Boutique Islands, Ias Honkong y Comarca, pese a que no podían figurar oficialmente porque tenían cargos políticos. Tal y como ha recalcado, Cardona, Ordinas y Viaene cobraban comisiones por la adjudicación de contratos a estas empresas.

Este jueves están citados a declarar, también como imputados, el ex propietario de la sociedad Gestora Balear de Negocios, José Calvo, y el presunto testaferro de éste, Mariano Villalba, quienes fueron detenidos a finales de junio. Ese mismo día también está fijada la comparecencia del administrador de Clave, una de las principales empresas investigadas en este procedimiento, Alberto Vergés, que también fue arrestado en el marco de la Operación Pasarela.