Numerosos medios de comunicación han acudido a la sede del PSOE donde se celebra la decisiva reunión de su Comité Federal. | Efe

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La última hora sobre el Comité Federal del PSOE se vive en la calle madileña de Ferraz, donde los socialistas se han reunido para, previsiblemente, consumar el giro del no a Mariano Rajoy a la abstención, lo que permitiría allanar la formación de gobierno después de diez meses de bloqueo.

Los alrededor de 270 delegados del máximo órgano del PSOE debaten desde las 10:30 en la sede de Ferraz una propuesta para ver si se revoca la resolución aprobada tras las elecciones del pasado 20 de diciembre, en la que se rechazaba facilitar la investidura a Rajoy, o se va a terceras elecciones.

Se trataría de la primera vez en democracia que el PSOE facilita un gobierno del PP, por lo que la decisión se considera de la máxima trascendencia.

El bloque abstencionista, abanderado por las federaciones de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón y la vieja guardia del PSOE, da por hecho que ganarán con holgura. En el lado contrario, los 'sanchistas' asumen que parten en minoría, a pesar del apoyo cerrado de Cataluña, Baleares o País Vasco, aunque tratarán de hacer valer que no hay motivos para el viraje.

También lamentan que la decisión no se haya consultado a la militancia y que, en los últimos días, ésta se haya pronunciado de forma mayoritaria en las agrupaciones a favor del voto en contra a Rajoy sin tener en cuenta su voz.

La división con que el partido llega a la reunión trae a la mente el turbulento Comité Federal celebrado el pasado día 1, que concluyó con la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general. En esta ocasión, hay confianza en que el debate no sea tan bronco, aunque se prevé que sea tenso por el choque de argumentos entre ambos bandos.

En la votación de hace tres semanas, los detractores de Sánchez ganaron por 132 votos frente a 107, por lo que los pronósticos indican que podría darse un resultado similar a favor de la abstención.

En caso de que el Comité Federal acuerde facilitar el gobierno a Mariano Rajoy, la gestora y el grupo parlamentario serán los que determinen antes del debate de investidura si la abstención es en bloque, como desea el presidente de la gestora, Javier Fernández, y el PSOE andaluz, o solo «técnica», con once diputados, los suficientes para desbloquear el gobierno, una vía que apoya el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, y Eduardo Madina.

El PSC llega al Comité Federal con su órdago de que a pesar de que se opte por la abstención, sus siete diputados votarán en contra de Rajoy.

El PSOE balear sopesa sumarse a la rebelión, mientras que el resto de críticos acatarían la disciplina de voto, con la excepción de algunos diputados sueltos, como la aragonesa Susana Sumelzo, el vasco Odon Elorza y la independiente Margarita Robles.