El presidente del Gobierno en funciones y del Partido Popular, Mariano Rajoy durante su intervención en el mitin electoral en Lleida | Andreu Dalmau

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El líder del PP, Mariano Rajoy, ha advertido este domingo de que hay veinticinco provincias españolas en las que los votos a Ciudadanos no han servido «para nada» y por eso ha vuelto a reclamar que todo el voto moderado se concentre en el PP.

Tras admitir que el sistema electoral vigente «prima la concentración de voto y castiga la división de voto», Rajoy ha insistido por eso en la necesidad de que todo el voto moderado vaya a su partido. «Es lo inteligente, lo eficaz, lo que nos va a permitir gobernar», ha dicho.

Y en Lleida, en la primera de sus dos paradas en Cataluña en esta campaña -el martes estará en Barcelona-, Rajoy ha puesto de ejemplo esta provincia para subrayar que el voto a Ciudadanos «no sirve para nada», pues en diciembre no le dio un escaño pero hizo que lo perdiera el PP en favor de la izquierda.

«La división (del voto) es lo peor que le puede pasar a la España moderada», ha insistido por eso el líder del PP.

En esta jornada en la que se han publicado decenas de encuestas, Rajoy ha señalado que todas ellas coinciden en dos cosas. Primero, que el PP seguirá siendo primera fuerza política, y segundo, «que los radicales y los extremistas» van a ser la segunda.

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«Pues bien, la España moderada, la que no quiere gobiernos a la griega y a la venezolana, les vamos a ganar a los radicales y extremistas», ha subrayado Rajoy, quien un día más ha pedido a todos los partidos que se comprometan a dejar gobernar a la candidatura más votada.

Al finalizar su discurso, Mariano Rajoy ha pedido que «lo que pasó en Lleida» con esa pérdida de un escaño en diciembre «no se vuelva a repetir».

Por eso ha insistido en reclamar a todos los moderados «no dilapidar ningún voto». «Porque cada voto que dilapidemos un voto para los radicales y extremistas», ha apostillado.

Además, ha señalado que «costó mucho levantar el país» y las «ocurrencias» y los «extremismos» nunca trajeron «nada bueno ni lo van a traer ahora».

Por eso, en estas elecciones en las que en su opinión España se juega «mucho más» que en ninguna otra convocatoria desde 1977, ha pedido a los suyos en estos últimos días de campaña «empuje y dedicación» y «un poco más de esfuerzo» para unir a «todos los moderados».