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La célula yihadista desarticulada en Catalunya pretendía secuestrar a una persona en España, ponerle un mono naranja, hacerle una entrevista y degollarle mientras lo grababan al estilo del Estado Islámico (EI), diciendo en el vídeo que lo mismo que hacen en Irak o Siria lo pueden hacer en Occidente.

Según han informado este viernes fuentes de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, la célula -autodenominada Fraternidad Islámica para la Predicación de la Yihad, liderada por uno de los detenidos, el peluquero Alí, y para la que ya habían diseñado un logo (una metralleta y un machete)-, planeaba también, a efectos de financiación, secuestrar a la directora de una entidad financiera para pedir un rescate.

Todos estos planes se encontraban en «fase embrionaria», ya que ni siquiera tenían el mono naranja con el que pretendían vestir al secuestrado para degollarle y solo se conoce sus intenciones por conversaciones que les fueron interceptadas.

No obstante, los detenidos contaban ya con un «arsenal bélico» compuesto por una granada en perfecto estado, armas de fuego, cuchillos de grandes dimensiones, un machete guardado en un estuche, así como manuales manuscritos para la fabricación de artefactos explosivos. De hecho, se les han intervenido sustancias compatibles con esas recetas de explosivos tales como azufre y nitrato potásico.

Aparte de las acciones contra personas, los detenidos planeaban también atentar contra edificios públicos y privados y para ello tenían fotografías del Parlament catalán, de la comisaría general de los Mossos d'Esquadra en Sabadell y Barcelona y del hotel Plaza de la capital catalana, tomadas desde diferentes ángulos.

Esta célula, a la que los Mossos vigilaban desde hace más de un año, comenzó centrada en la captación, adoctrinamiento y reclutamiento de yihadistas para su envío a Irak y Siria para ingresar en el Estado Islámico, pero cuando tres de los enviados fueron detenidos en Bulgaria, optaron por dar «un paso más allá» y atentar en España.

A partir de ese momento pasaron a idear atentados para cometer en España, tanto contra personas como contra edificios públicos y privados, en lo que supone la primera célula yihadista, según la Fiscalía, que llega hasta el punto de planear acciones contra objetivos concretos y conseguir para ello armas.

Entre los once detenidos se encontraba un menor de 17 años que, según las mismas fuentes, estaba totalmente implicado en estas operaciones que planeaba el grupo, mientras que los cuatro españoles conversos que lo integraban habían tenido una radicalización muy rápida, especialmente el cabecilla -Alí el Peluquero-, que pasó en un año a ser islamista radical.

La Fiscalía califica de «muy importante» esta operación, ya que por primera vez se ha desarticulado una célula yihadista que había llegado a dar pasos para planear atentados concretos en España.

La Fiscalía ha pedido el ingreso en prisión para siete de los once yihadistas detenidos, mientras que ha solicitado la libertad para otros tres y el undécimo, un menor, ingresará en un centro de reforma, en virtud de lo acordado por el juez central de menores a petición de la fiscal Blanca Rodríguez, que ha participado en la investigación.

La fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado ha pedido por su parte el ingreso en la cárcel de los diez mayores de edad por delitos de pertenencia y colaboración con organización terrorista, depósito de armas de guerra y depósito de municiones, y ahora el juez deberá decidir sobre ello.