Este nuevo producto es una gran apuesta por parte de la marca alemana para entrar de pleno en la lucha en un segmento con mucha competencia.

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El nuevo Macan no puede esconder de ninguna manera que deriva directamente del Cayenne, un vehículo de gran éxito que se puso a la venta por primera vez en el año 2003 sólo con mecánica de gasolina, pero que poco a poco fue introduciendo la mecánica diésel e incluso la híbrida en el año 2010.

El Macan, por su parte, ya desde su inicio, se comercializa con tres mecánicas diferentes, dos de gasolina y una diésel, que es la que hemos probado nosotros. Por ahora sólo ha salido al mercado europeo en la versión S, que es la más deportiva, aunque está previsto que bien pronto salga al mercado una versión menos radical.

La estética delantera se caracteriza por tener unos faros redondeados y alargados que recuerdan mucho a su «hermano» mayor. La gran parrilla delantera, juntamente con las salidas de aire laterales y la iluminación led consiguen un conjunto muy agresivo y moderno.

La parte posterior del Macan cuenta con unos faros muy rasgados que le acaban de conferir este carácter deportivo del que hace gala, al que también ayudan, sin duda, las cuatro salidas de escape de grandes dimensiones.

MOTOR

El motor es otro de los grandes alicientes. Como no podía ser de otra manera, la marca alemana ha construido un vehículo con apariencia de 4X4 pero con un espíritu deportivo del que carecen otros productos de su estética y dimensiones.

Esta versión diésel cuenta con un motor de seis cilindros de 2.967 cc, que cuenta con una potencia máxima de 258 CV. El par de 580 Nm hace que las sensaciones a los mandos del vehículo sean de lo más excitantes.

El vehículo cuenta con un cambio automático y secuencial, que puede también manejarse con las levas del volante.

El modo de conducción que elijamos sí que realmente marca mucho las reacciones del motor. Con la variante Sport y mucho más con la Sport Plus, las reacciones del motor son realmente radicales, lo que hace que la aceleración y la respuesta del motor sean mucho más rápidas, porque el cambio de marcha se produce al subir el motor mucho más de vueltas. La cifra de 6’1 segundos para pasar de 0 a 100 kilómetros por hora es una gran muestra de ello.
El consumo de gasóleo, teniendo en cuenta la cilindrada, el peso y las prestaciones no es excesivamente elevada, ya que los 9,0 litros que anuncia la marca son bastante similares a la cifra que hemos conseguido nosotros con una conducción más o menos dinámica.

El comportamiento del vehículo es más cercano también al de un deportivo que no al de un todoterreno, aunque las suspensiones y el hecho de ser un vehículo bastante alto marcan un poco el comportamiento, que es muy neutro aunque se entre en las curvas a una velocidad alta, los balanceos son mínimos.

INTERIOR

Cuando te asomas al interior la consola central se parece más a la de un avión comercial. La parte superior de la consola viene presidida por un reloj analógico que sirve también de crono, seguido de una pantalla táctil de grandes dimensiones, además de todo un conjunto de botones que llegan hasta el apoyabrazos central. Eso sí, a pesar de tener tantos, sus uso es bastante intuitivo. La calidad de los acabados es muy buena, con una ausencia prácticamente total de plásticos y el cuero se encuentra presente en casi todo el conjunto del Macan.