Una situación que le ha pasado a todo el mundo con la plancha es que se le haya quemado la parta de debajo. | Pexels -cottonbro studio-

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Una plancha quemada no solo es estéticamente desagradable, sino que también puede dañar nuestra ropa. A medida que la acumulación de residuos se forman en la base, la plancha no solo distribuye el calor de manera desigual, sino que también puede transferir las manchas a nuestras prendas. Sin embargo, la buena noticia es que limpiar este utensilio que se ha convertido en imprescindible en nuestras vidas no tiene por qué ser un desafío. Con algunos trucos y consejos, puedes devolverle su brillo y eficiencia. Aquí te mostramos cómo hacerlo sin esfuerzo.

1. Identificar el tipo de mancha

Antes de empezar con la limpieza, es esencial saber qué tipo de mancha estás tratando. ¿Es una acumulación de almidón? ¿Restos de tejido quemado? o ¿tal vez es una combinación de varios residuos? Identificarlo te ayudará a elegir el mejor método de limpieza.

2. Sal y papel de aluminio: un dúo dinámico

Un método popular y efectivo para limpiar la base de la plancha involucra el uso de sal y papel de aluminio. Simplemente esparce sal sobre un trozo de papel de aluminio y calienta la plancha al máximo. A continuación, pasa la plancha caliente sobre la sal varias veces. Las partículas abrasivas de la sal ayudarán a descomponer y levantar los residuos quemados.

3. Vinagre blanco: el limpiador todoterreno

Este líquido es conocido por sus propiedades de limpieza y desinfección. Mezcla partes iguales de agua y vinagre blanco en un tazón. Sumerge un paño limpio en la solución y exprime el exceso de líquido. A continuación, frotar suavemente la base de la plancha con el paño. Si las manchas son persistentes, puedes calentar la plancha y frotarla suavemente sobre un paño empapado en vinagre puro.

4. Pasta de dientes: no solo para tus dientes

Aunque puede parecer sorprendente, este elemento puede ser de gran ayuda para limpiar nuestro pequeño electrodoméstico. Aplica una pequeña cantidad de pasta de dientes en la base, frota suavemente con un paño húmedo y luego límpialo. La pasta, al ser ligeramente abrasiva, puede ayudar a descomponer las manchas sin dañar la plancha.

5. Bicarbonato de sodio: el abrasivo suave

Crea una pasta con este ingrediente y un poco de agua. Aplica la pasta a la base de la plancha y frota suavemente con un paño húmedo. El bicarbonato actúa como un agente abrasivo suave que puede eliminar los residuos sin rayar la plancha.

6. Evitar futuras acumulaciones

Más allá de la limpieza, es fundamental tomar medidas preventivas para evitar que la plancha se queme en el futuro. Siempre sigue las instrucciones de la etiqueta de la ropa y ajusta la temperatura en consecuencia. Vacía el depósito de agua después de cada uso para evitar la acumulación de cal y utiliza agua destilada si tu agua del grifo es muy dura.

Una plancha limpia no solo mejora la apariencia de tus prendas, sino que también garantiza una mayor longevidad tanto para la ropa como para este utensilio. Con estos trucos, podrás mantenerla en condiciones óptimas y garantizar que siempre esté lista para enfrentar cualquier desafío de planchado. Después de todo, una herramienta bien cuidada es una herramienta que dura.