Àlex Pella, en la cubierta del maxicat ‘Victoria’, un imponente multicasco de 33 metros de eslora, atracado en el puerto de Maó. | Gemma Andreu

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Àlex Pella (Barcelona, 1972), reconocido navegante que ha convertido su pasión por el mar, que le proviene de herencia familiar, en su hábitat natural, inicia esta semana un reto que combina competición, historia y sostenibilidad; el intentar pulverizar el récord absoluto en la circunnavegación del planeta a vela en dirección Oeste.

El denominado Trofeo Océanico Elcano, en alusión y homenaje al guipuzcoano Juan Sebastián Elcano, el primer marino en dar la vuelta al mundo y en hacer por tanto ese recorrido marítimo en 1522, y cuyo actual récord posee el francés Jean Luc Van den Heede, que lo estableció en 2004 (invirtiendo 122 días, 14 horas, 3 minutos y 19 segundos para completar la vuelta al globo terráqueo), tratará Pella de llevarlo a cabo en apenas 100 días. Bautizado como Desafío Victoria, puesto que lo afronta a bordo del maxicat «Victoria», un imponente multicasco de 33 metros de eslora, 17 metros de manga y 41 metros de palo, que rebosa historia, provisto para ser ‘autosuficiente’ y cien por cien sostenible, atracado estos días en el puerto de Maó, y a bordo del cual nos atiende el patrón barcelonés, el reto se fragmenta en cuatro fases. Y la primera es batir el récord de la Vuelta a Menorca a vela, esta semana, lo que sustancialmente motiva nuestro encuentro.

¿Por qué Menorca?

—Tengo un vínculo emocional con la Isla, a la que vengo desde que era niño, siempre desde el mar… bueno, creo que una vez vine en avión. Y luego, que la Isla tiene la denominación de Reserva de la Biosfera, y nuestro proyecto está muy relacionado con la sostenibilidad del planeta, lo que era perfecto para empezar el Desafío Victoria con este reto. También, evidentemente, es un récord pequeño para aplicar el modelo de lo que queremos, así que es perfecto para la fase de inicio del proyecto en que nos encontramos.

¿De su infancia, qué recuerda de sus visitas a la Isla, qué enclaves frecuentaba?

—Soy de Barcelona, mi familia es de Barcelona y de Girona, y veníamos en barco. La verdad es que conozco la costa de la Isla, del interior apenas conozco nada, nada. Aquello era en los años 70 y 80, y si ahora Menorca es una ‘joyita’, imagina entonces, esto era un paraíso.

El motivo del Desafío Victoria.

—Viene de lejos. He competido durante muchos años en carrera transoceánica, lo he disfrutado mucho, pero me estaba quedando sin retos, y siempre he querido hacer cosas nuevas. He tenido éxito, he ganado muchas regatas, he conseguido muchos récords. Intenté el récord de la vuelta al mundo, que es el Trofeo Julio Verne, y lo batimos, eso fue durante tres años. Y entonces me dije ¿y ahora, qué hago? Empecé a pensar en hacer el récord yendo a la inversa,    hacia el Oeste, lo que además coincidió con las primeras conmemoraciones del quinto centenario de la primera vuelta al mundo que hizo Juan Sebastián Elcano, por lo que era un modo de ligarlo todo.

Más motivos.

—Y otro motivo, como he comentado antes, es por la sostenibilidad del planeta. Para mí, del increíble viaje que completó Elcano el mensaje es que «el ser humano está atrapado en este planeta», pues esto, el planeta, es como una isla dentro del universo, y eso cambió por completo la forma de entender este mensaje, por parte de la humanidad. Y el mensaje actual es, nosotros que vivimos en este planeta, lo que tenemos que hacer es preservarlo, pues así como estamos ahora... todos sabemos que no vamos bien, la dirección no es la correcta. No tenemos las claves, pero el Desafío Victoria lo que pretende es eso, hablar de eso, de replantearnos todos nuestros sistemas de consumo, las economías… hay mucho de economía circular dentro de este proyecto.

El maxicat 'Victory', en plena navegación.

La Ruta del Ron, el Trofeo Julio Verne… por citar dos de las regatas transoceánicas que ha ganado… para alguien que ha hecho tales travesías, la vuelta a Menorca, casi que será con los ojos cerrados…

—Ja, ja, ja… bueno, también tiene sus dificultades. Fijate, hemos venido con un periodo de tiempo determinado para batir el récord, que es desde hoy (por ayer) a las 14.00 horas hasta el domingo, en busca de la Tramuntana, pero no aparece. Esa es una de las dificultades que tenemos. Y sinceramente, la idea, evidentemente, es establecer ese tiempo de referencia, hacer que se hable de nuestro proyecto y de esta maravillosa isla.

Las regatas transoceánicas que usted ha llevado a cabo implican una gran exigencia en lo físico, también en lo mental. Aquí, en Menorca, el desgaste imagino que será físico, y poco más.

—Sí, exacto. Es todo lo contrario. Este es un proyecto que me coge con mucho tiempo, no tengo dolores de cabeza, estoy planteando muchas situaciones. Llegamos ayer por la noche (por el martes), he dormido en Biniali, en casa de unos amigos, ¡y he dormido de maravilla!, por lo que en lo que respecta a la preparación mental, la paz que existe aquí… Como he dicho antes, tengo un gran vínculo con la Isla, venía aquí con mis padres. Nosotros recuperamos un barco que se hundió, un proyecto de familia, un barco de madera, en el varadero de aquí, del puerto de Maó, son muchas cosas… y la paz que hay aquí, me permitirá descansar y me dará energía para el futuro.

¿Y ve factible a medio-largo plazo una sostenibilidad del cien por cien en Menorca?

—Bueno, hoy –por ayer– se ha inaugurado la primera piedra de un parque solar en la Isla. Lo vemos, esta es una isla de viento, también hay sol, por lo que seguro que sí que es factible. Y como mensaje, nosotros, durante todo el reto de la vuelta al mundo, somos autosuficientes. Nuestra energía es el viento, que es lo que también nos proporciona la corriente. El agua que bebemos, con la que también cocinamos, la generamos nosotros con una desaladora, y esta desaladora funciona con una energía eléctrica que generamos con un par de generadores y unos sistemas de panel solar. Por tanto, si nosotros podemos hacerlo durante cien días, ¿por qué no va a ser posible? Sería fantástico, con el rollo de Menorca, de isla reserva de la Biosfera, hacerla sostenible energéticamente.

El apunte

El desafío, en cuatro fases y una tripulación reducida

El Desafío Victoria, que Àlex Pella llevará cabo con un reducida tripulación, integrada por Lalou Roucayrol (patrón), Alejandro Cantero (marinero), Alberto Muñoz (marinero), cuenta con cuatro fases: primero y como calentamiento para el reto final, perseguirán el récord de la Vuelta a Menorca. El récord de la Vuelta a España, partiendo desde Bilbao y terminando en Barcelona en julio. A finales de 2024 perseguirán el récord de la Ruta del Descubrimiento, con salida en Huelva, escala en La Gomera y llegada a la isla de San Salvador, y en 2025, tendrá lugar el gran reto; establecer el tiempo de referencia del Trofeo Oceánico Elcano, en suma, el mayor desafío deportivo del mundo.