No se ahora, pero en mi epoca, hace 25 años, los primeros en mirar hacia otro lado, o incluso a quitarle hierro al asunto, eran los profesores. Y meterse en el tema es un problema para los defensores, a no ser que sean una inmensa mayoria coordinada, cosa que no pasa, ni de niños ni de adultos. La mayoria de gente es individualista y....yo no diria egoista... sino simplemente, tiene sus propios problemas y no quiere más (podria decirse que es el concepto de autopreservación y superviviencia). Finalmente, decir tambien que tanto a los acosadores como a los padres de dichos acosadores les sale muy pero que muy barato su actitud. Los platos rotos y los problemas de la situación son mucho más pesados para las victimas que para los verdugos: hasta hace poco, (y no se ahora), si se denunciaba el acoso, lo más habitual era que la victima tuviera que cambiar de centro educativo, y el acosador seguia a lo suyo, e incluso en ciertos casos, seguian acosando a la victima a distancia via internet o iban a instigar su acoso en el nuevo centro. El acoso escolar deberia suponer un golpe demoledor para los acosadores, en su vida actual y futura, pero ahora mismo, sale más barato acosar, robar, etc etc, para los delincuentes que para las victimas.

Normal, si te metes, cobras.

Fuera muchos puntos de la ley del menor; actualmente son semidioses intocables.

Basta ver como se comportan muchos padres cuando un profesor castiga a su hijo y se entiende como son los hijos

Cuando el mío tenga móvil y vea que hace estás cosas..le caneo y le quito el móvil hasta que tenga 18

Siempre ha habido en los colegios los "populares" los que están por encima de otros. Cuando uno de sus populares le coge manía a otro compañero, los demás no se atreven a contradecir al popular. Además, se produce un efecto de:"si le atacan a él que no me ataquen a mí", dejando sólo a la víctima. Y evidentemente tenemos a nuestro sistema educativo, que en materia de castigar a los acosadores, condenan a la víctima echándolo del colegio, cuando debería ser al revés. Yo propondría a los profesores que tienen ese tipo de niños/niñas en el colegio, que sus clases los separaran de los demás, aunque sea poniendo algún tipo de excusa para que luego no vaya a los padres diciéndole que los profesores no son malos con él/ella. Y evidentemente, llevar al psicólogo al agresor/a y a los padres.

PascalDisiento. El problema no es para nada de educación, sino de mucha falta de mano dura en la legislación española, empezando por la inimputabilidad de los menores ante cualquier delito que cometan. Esto es un completo disparate que no se sostiene bajo ningún punto de vista y es un verdadero cáncer para cualquier sociedad humana. Si un menor de edad es perfectamente capaz de delinquir, agredir, violar, incluso asesinar a alguien, debe ser duramente castigado con todo el peso de la ley y apartado de la sociedad mientras cumple una condena de reclusión y privación de libertad en un centro específico para menores, o alternativamente, en un área reservada para ellos en las cárceles para adultos. Así de sencillo. La impunidad da alas a los criminales y hasta que esta sociedad infantiloide y boba no asuma algo tan simple como esto, ya podemos perder el tiempo y el dinero que se quiera en tratar de "educar" a esos jóvenes maleantes, que lo único que conocen y respetan es el palo.

Se llama supervivencia. Ellos no son los que tienen que parar los abusos. Los adultos ya están para eso, empezando por los padres de los abusasores y luego docentes y políticos.

MinationAsí estamos. Si ves a un hombre pegarle a una mujer e intentas impedirlo, como le hagas daño al tío acabas en la cárcel, cuando deberías acabar con una medalla y una compensación económica. Pero este es el mundo progre, que defiende al agresor, al okupa, al violador, al ladrón reincidente. Es lo que vota la gente. Supongo porque la mayoría de la gente estará en alguno de estos grupos.

Alumnos egoístas y profesores que no hacen valer el principio de autoridad y padres que no han dado importancia a la moral de sus hijos. Es lo que tenemos .LA TORMENTA PERFECTA. LOS PRINCIPIOS MORALES Y ÉTICOS HAN DESAPARECIDO DE NUESTRA SOCIEDAD.