Eso de querer cambiar la historia imponiendo versiones partidistas de la misma ya lo profetizó en la primera mitad del siglo XX Eric Blair, el genial escritor británico mas conocido como George Orwell, desengañado por su experiencia en las milicias de extrema izquierda del Frente Popular en la Guerra de España, donde estuvo a punto de ser “purgado”, es decir asesinado, por comunistas ortodoxos partidarios de Stalin, asombrado al regresar a Londres ante la “orgía de mentiras” que los comunistas propagaban en su país, se propuso luchar contra la manipulación marxista. En su obra cumbre “1984”, denuncia la “policía del pensamiento” y la jerga que define como “newspeak” o nuevo lenguaje, que impedirá la expresión de todo pensamiento original disidente de la uniformidad y tópicos que impone. El trabajo del protagonista Winston Smith en el “Ministerio de la Verdad”, consiste en modificar antiguos periódicos, libros y guiones de películas para adaptarlos al “nuevo lenguaje”. El principal objetivo del Ministerio es reescribir la Historia, de acuerdo con lo que podría llamarse, actualmente, un punto de vista políticamente correcto. El “Gran Hermano” que lo controla todo, impide que se pueda pensar contra la revolución que ha implantado un “colectivismo oligárquico”. La libertad es la esclavitud, el amor es individualismo, la mentira es la verdad, proclama el “newspeak”. "Memoria histórica" o "memoria democrática" en estado puro perfectamente retratada por Orwell, muchas décadas antes de que rencorosos gerracivilistas como ZP, Sánchez y compañía las implantasen.
OtraEl problema es que las izquierdas cuando no ganaban elecciones democráticas porque lo hacia el centroderecha organizaban motines y golpes de estado como el de Asturias en 1934 con más de 1.300 muertos o el de Companys. Por no hablar de cuando asesinaban o intentaban asesinar a líderes de la oposición de derechas como D. José Calvo Sotelo.