Lo que no se comprende es que se les permita traficar con unas licencias que son municipales. Cuando un taxista se jubila, vende esa licencia por su cuenta al mejor postor, ganando un buen montón de dinero, como si la licencia fuese algo de su propiedad. Si partimos de que las licencias son concesiones municipales, entonces al cesar un taxista en su actividad por el motivo que sea, esa licencia debería quedar de nuevo en poder del ayuntamiento, y sacarla a concurso público entre quienes estén interesados. Pero que unos particulares cuando resulta que ya no van a trabajar más como taxista, peguen el pelotazo de su vida especulando con unas concesiones municipales, me parece algo mafioso y no entiendo que los ayuntamientos todavía no hayan puesto fin a este ilícito negocio.
PregondaComo se nota que lo escribe el mismo que publica la noticia