Con el debido respeto a Marc Pons ... lo que realmente reduciría el CO2 sería cerrar la central de Maó (o pasarla a Gas Natural) e invertir en fotovoltáicas y aerogeneradores en alta mar (fuera de la vista). esto eliminaría el CO2 no en un 30% si no en un 70% o más. Lo del Gas Natural, e sun parche. En 10-15 años estará obsoleto, sino antes. Y toda la isla y pueblos "zurcidos" a tuberías, acequias y depósitos en terreno rústico ...
Primero y principal quien voto a este señor se presento? a quien representa una persona puesta a dedo.
Sr marc, lo que quiere es que tengamos otra factura mas a final de mes
Las renovables necesitan de potencia instalada de respaldo..No se puede tener renovables sin gas. Todo ello hace que sea más caro el sistema, porque necesitas más líneas de transmisión y más centrales listas para generar. Ante ello, los políticos deberían decir la verdad y reconocer que si se quiere más penetración de las renovables el precio de la electricidad tiene que bajar.
La utilización perversa del % . Un 30% de reducción, pero donde, cuando y como se consigue ?
A ver si con un poco de esfuerzo el Sr. Pons consigue poner a las empresas suministradoras de energía en huelga. Ya lo ha conseguido con todos los taxistas de Mallorca.
Señor marc el gas natural reduce el 35% pero mira tu que curioso las renovables el 100%
Hay cosas que no me caben en la cabeza. Somos junto a Italia y Grecia los países más pobres de la UE, y sin embargo somos los que más cantidad de sol recibimos. Tenemos extensiones de terreno enormes en la península en las que poder instalar grandes parques de energía fotovoltaica. No sólo no tendríamos que pagar la factura eléctrica, es que seríamos la Arabia Saudí de la energía solar. Imaginad por un momento haber invertido los más de 70.000 millones de euros de rescatar a los bancos en esto, yo creo que nos sale a devolver más que a la infanta.
Expulsar los combustibles fósiles de nuestros hogares no es complicado lo agradecerá nuestra salud y economía. Cocinar y calentar agua quemando gas es insano, sucio e ineficaz. Los gases dañinos (óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, etc.) expulsados en su combustión penetran en nuestros pulmones y alimentos y los residuos sólidos dañinos impregnan nuestras cocinas. Las obligadas rejillas de ventilación que impone la normativa anulan el rentable aislamiento térmico de nuestras casas. Las opciones más económicas y saludables son cocinar con inducción y calentar agua con termos eléctricos que si tienen apoyo solar mucho mejor. Llenar nuestras calles de costosas y peligrosas canalizaciones de gas, que nos sobresaltan de vez en cuando con fugas y explosiones, supone llevar a nuestros hogares un combustible importado desde países con dudosa estabilidad geopolítica y que será cada vez más caro, con escasas posibilidades de rectificar cuando nos demos cuenta del grave error cometido.
¡Pero, a quién representa este tío!