Como ilustrador está bien. Pero la Pintura seria, de gran calidad, eso es otro cosa. Otro nivel.
Yo ahí veo excelentes portadas de revista de cómics, del tipo Cimoc, Zona 84, Totem.
Es tal su afán por lograr la excelencia, que hasta su firma es perfecta. Casi un anagrama.
El artista con talento desdibuja la realidad y sugiere más de lo que muestra valiéndose de luces y sombras y de esa magia que flota en el ambiente de un modo intuitivo y misterioso. Gomila pinta el misterio de un modo demasiado perfecto, y esa perfección es la que fastidia. Al menos pinta chicas, cuerpos y figuras, otras glorias de nuestro catálogo local de pintores solo son capaces de pintar objetos inanimados aunque con la misma perfección impersonal.
Me gusta lo que hace Carles Gomila. Puede que se repita, pero es joven y seguro que sabrá desarrollar nuevas creaciones que, si no de acorde a las corrientes actuales, por lo menos nos deleitará las retinas.
En la línea de artistas como Luís Royo y Victoria Frances. Artistas cultivados en Arte que traspasa lienzos para decorar cualquier tipo de objeto creado para su consumo merced de las modas pasajeras (bolsos, zapatos, ropa, ect). Motivos mitológicos y góticos sobre todo. Arte de consumo magníficamente ejecutado y empaquetado.Y cada cierto tiempo nuevos talentos vienen a sustituir a los actuales con propuestas pretendidamente innovadoras pero de idéntico contenido a lo ya visto. Demasiada estética sin riesgo. La oferta y la demanda como otro producto más.
Absolutamente de acuerdo con Joan Bagur. Está estancado y debe arriesgar algo más.
Tiene una técnica de veladuras depurada que emula a los clásicos pero desde hace años está estancado y repite la misma formula (cara de chica con mirada inquietante). Creo que el mundo de la cultura menorquina con escasos talentos quiere encumbrarle de forma desesperada, pero yo le veo más bien como una moda pasajera a menos que arriesgue y sea capaz de escapar de ese peligroso entorno que lo idolatra pero que tanto daño puede terminar haciéndole.
Magnífico artista. Más ilustrador que pintor al uso diría yo, pero grande al fin y al cabo. Lástima que las vanguardias no valoren este tipo de arte como se merece.
La envidia, qué mala es. He visitado la exposición y es magnífica.Enhorabuena.