Antonio Pons Villalonga
Siempre que aparece algún documento gráfico relacionado con la historia de la aviación, que motive su desarrollo y progreso en relación a la isla de Menorca, entiendo, de este tan importante medio de transporte militar y civil, que, después de efectuar su observación y estudio, debo dar a conocer a la opinión pública interesada en el tema, sus conclusiones. En el caso que nos ocupa son varias fotografías aéreas tomadas desde 4.000 metros de altura, el 23 de octubre de 1936, justo a los tres meses de iniciada la guerra civil española. Las imágenes que componen esta serie de varias fotos, llevan al dorso, el sello del Jefe del Servicio Aéreo Nacional, junto a una relación de 23 puntos estratégicos de Mahón en tiempo de guerra, como eran: Rampa Hangares Hidroaviones, Aduana y Carabineros, Cuartel de Infantería, Depósitos Gasolina, Fábrica Luz, Fábrica Gas, Cuarteles Villacarlos, Faro Calas Fons, Baterías de San Felipe, Depósito Minas Cala San Esteban, Hospital, Estación torpedista, Submarinos Base Naval, Puente hierro carretera Mahón, Mercados, Cárcel y Juzgados, Casinos, Cuartel Ingenieros, Ayuntamiento, Gobierno Militar, Mando Base Naval, Deposito Nafta Base Naval, Talleres Base Naval, Cuarteles marineros Base Naval, presumiblemente objetivos, para que los bombarderos Savoia S79 y S81 que despegaban de Son San Juan, supieran en teoría dónde dejar caer sus bombas sobre Menorca. Las evidentes conclusiones del examen de las fotografías que se insertan, en general, también hacen suponer que después del fracasado desembarco en Mallorca el 16 de agosto de 1936, de las fuerzas republicanas, en parte concentradas y enviadas desde Menorca, entre las que formaban la escuadrilla de hidros Savoias S62 de Mahón, quedaría bien demostrado que los hidroaviones habían quedado anticuados y solo podían prestar servicios de observación pero no intervenir en combates aéreos. Tres modernos y versátiles cazas Fiat CR32 que con pilotos legionarios italianos habían llegado a Palma, al tiempo que al sur de Mallorca desembarcaban las tropas salidas de Menorca, entre las de otros puntos de origen, bastaron para mermar de manera irreversible, a las escuadrillas aéreas de los puertos de Barcelona y Mahón, juntamente con marina y tropas de tierra que bajo mando de la Generalidad catalana, tuvieron que replegarse totalmente descoordinadas y abandonar el desembarco. Entre otros muchos diferentes y lamentables sucesos que se dieron en este ataque, esta el del valeroso piloto Capitán Freile que el 29 de agosto llegó al puerto de Mahón muerto a bordo del vapor Mar Negro que lo había recogido mal herido.
Los objetivos de la aviación en 1936
20/01/10 0:00
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