Las perspectivas electorales de Vox
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Trump ha pronosticado que Abascal va a ganar las próximas elecciones generales en España. El líder de Vox sin duda se habrá emocionado con la dedicatoria del nuevo emperador de Occidente, pero posiblemente se trata del Trump que el jueves no se acordaba de haber llamado "dictador" a Zelensky. Vox mejora sus expectativas de voto en las últimas encuestas pero está muy lejos de igualar a AfD, a Meloni y de superar al PP. No va a ganar las elecciones, además, arrastra una imagen que le perjudica y no es su desprecio a los inmigrantes, ni su blanqueo del franquismo, ni su ataque a la diversidad y al feminismo, sino la sospecha constante de que el partido es un chiringuito que alimenta intereses económicos de algunos dirigentes.
Las bajas constantes de destacados políticos de Vox es el resultado de las formas de Abascal y del sector más reaccionario que se ha apropiado de la dirección. El distanciamiento de Macarena Olona y especialmente de Iván Espinosa de los Monteros es el resultado. Por eso constantemente se levantan expectativas sobre la posibilidad de que se presente un nuevo partido, porque creen que hay margen y sobre todo expectativas de voto en el espacio de la derecha de la derecha. Así lo veían hace unos días tres políticos como Espinosa de los Monteros, Esperanza Aguirre y Albert Rivera, en una interesante tertulia.
Vamos a lo que nos toca más de cerca. Ya saben que Vox en Balears está dividido, cautivo de algunos dirigentes y desarmado de argumentos, otra vez a punto de que estalle su propia guerra civil. Ya lo habría hecho hace tiempo, pero la demora en la salida se debe al apego al cargo. Esta semana, la actual portavoz de Vox en el Parlament, Manuela Cañadas, denunciada por acoso a una empleada del partido, ha atribuido a Ribas el haber instado la presentación de la querella en su contra. Más madera.
La diputada balear Idoia Ribas y la consellera menorquina Maite de Medrano han participado en un encuentro de críticos de Vox en Barajas y han firmado el documento en el que se pide más democracia interna. El encuentro ha decepcionado por la escasa participación, especialmente de políticos que pudieran liderar un movimiento alternativo a Abascal.
Cabe preguntarse ¿qué hacen estas señoras en un lugar como ese? ¿Cuál es su objetivo? Ribas y De Medrano sintonizan desde hace tiempo, pero se mueven a distinto ritmo. Mientras Idoia Ribas fue la impulsora, junto a Rodríguez y Buadas, de la asociación Avanza en Libertad, un arma para amenazar al partido con fundar otro, la consellera menorquina siempre ha presumido de su fidelidad al partido, su antigüedad como afiliada, e incluso se ha opuesto a los presupuestos del Consell, en la primera votación, la importante, con el único objetivo de agradar a Vox. Aún así, no tiene casi ningún apoyo local de los afiliados al partido. Yo creo, pero es solo una impresión, que lo que tienen en común las dos políticas es su deseo de que Vox les eche del partido y mantener el cargo como no adscritos o miembros del grupo mixto. Ellas ya saben que no volverán a ser candidatas de Vox en futuras convocatorias electorales. Entonces, para qué tienen que aguantar una militancia como mínimo incómoda cuando pueden gozar de la libertad de "una mujer un voto".
El trabajo político que hace Vox en Menorca y en Balears no se merece la confianza de los ciudadanos. No han aportado casi nada a la gestión pública. Pero quién sabe lo que puede pasar en unas elecciones. La tendencia a crecer de este partido es una excelente plataforma para que nuevas caras se postulen para aspirar a ocupar los sillones de las administraciones públicas. Pero antes de llegar a eso veremos nuevos capítulos de esta tragicomedia en demasiados actos.
Es todo. Como siempre, gracias por su apoyo. Feliz fin de semana.
