El Consell, en el ecuador del mandato del PP

Hola, suscriptores,

La entrevista con el presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, que publicamos en la edición del martes, aporta algunas de las claves sobre la segunda parte del mandato del PP que se iniciará a finales del próximo mes de mayo. Se han resuelto algunas dudas mientras que hay preguntas que todavía no tienen una respuesta.

Después del pleno en que Vilafranca consiguió aprobar el presupuesto aprovechando la ausencia de dos consellers del PSOE, en el que la oposición abandonó la sesión, la dinámica política en el Consell ha quedado definida. Se han acabado las propuestas del PP a la oposición para intentar llegar a acuerdos, porque se ha demostrado que es imposible. En interés de los menorquines sería interesante llegar a pactos sobre vivienda, turismo, revisión del PTI y muchas otras cuestiones, pero, como pasa en el ámbito nacional, los acuerdos de gobierno y oposición son un sueño, una opción irreal, por lo tanto está claro que ya no se dedicará ni un esfuerzo más a un objetivo imposible.

A Vilafranca solo le queda la opción de Vox y por eso expresa con suma delicadeza cualquier referencia a la consellera Maite de Medrano, quien se permitió el lujo de votar en contra del presupuesto del Consell para contentar a Abascal y demostrar que nadie en Menorca es más de Vox que ella, sin realizar ni una crítica ni una aportación al proyecto de presupuesto del Consell. Vilafranca ya sabe como negociar con de Medrano: informarla de lo que se quiere hacer, no esperar ninguna aportación de ella, y confiar en que el trato amable permita su voto favorable. El presidente separa la política de las cosas del comer, aunque para la consellera de Vox sean lo mismo.

En cuanto a la gestión, hay varias áreas que ganan peso en los objetivos de este año. La de Joan Pons Torres en materia de Deportes, con la pista de atletismo de Ciutadella, los nuevos pabellones de La Salle en Maó y Boscos en Ciutadella,y en materia de cultura y patrimonio, la reforma de ca Savi como sede del Consell y centro de interpretación de la Menorca Talayótica, la rehabilitación de Santa Águeda, las dos torres del Llatzeret y las baterías de Favàritx. Vilafranca tiene clara la prioridad de invertir y desarrollar proyectos en su Ciutadella natal, sin hacer mucho ruido para no despertar rivalidades históricas. Es una estrategia electoral inteligente.

Otras áreas son las de carreteras y turismo. En la primera tiene encaminado el mantenimiento del puente de Rafal Rubí y terminar la obra. Para ello ha encargado un informe al fundador del comité científico de Icomos, el instituto que avaló la declaración de la Menorca Talayótica como patrimonio mundial. El informe es favorable a mantener el puente. De esta forma desmonta los argumentos del gobierno del Pacte, cuando el conseller Miquel Àngel Maria, de Més, consiguió introducir el compromiso de eliminar el puente de Rafal Rubí por su afectación sobre las dos navetas talayóticas en el expediente de Patrimonio Mundial. De paso, también sin hacer mucho ruido, cuestiona la enorme protesta en contra de la reforma de la carretera de hace unos años.

En turismo, tiene sobre la mesa la limitación de la entrada de coches en los meses punta de la temporada turística para evitar la masificación. Espera disponer en mayo del estudio sobre capacidad de carga de vehículos y cree que todavía le dará tiempo para tomar decisiones para la próxima temporada turística. No se cierra a limitar la entrada de vehículos porque sabe que la sensación de masificación no solo la tienen los votantes de izquierdas. Y además, la presidenta balear Marga Prohens, ha marcado una línea en el tema de contención de la presión turística que Vilafranca no puede obviar, Porque es evidente que Menorca no es como Mallorca y Eivissa, pero la cuestión importante es anticipar las medidas para evitar que ese sea nuestro destino.

Es todo por hoy. Nos volvemos a leer en una semana. Gracias por estar ahí.