La crisis del agua en Maó: enfoques distorsionados
Hola, ¿qué tal?
Explicar en qué consiste la 'crisis del agua' en Maó no es fácil, porque los argumentos políticos se retuercen y eso no ayuda a que los ciudadanos reciban la información pública necesaria y conveniente.
La desnitrificadora no funciona correctamente. Antes de su puesta en marcha en octubre de 2021, toda el agua que se suministraba a los vecinos de Maó no era apta para el consumo humano, era «no potable» porque no se podía garantizar que el nivel de notratos fuera inferior a 50 miligramos por litro, el límite de potabilidad que establece la Organización Mundical de la Salud (OMS), Algunos días estaba por debajo pero en muchos otros superaba este parámetro. Con la desnitrificadora el Ayuntamiento anunció que el agua pasaba a ser potable para la mitad de los vecinos, aproximadamente, según la zona de residencia. La otra mitad se beneficiaría de la medida con otra desnitrificadora también de tratamiento biológico que se está construyendo en San Climent, con un gran retraso.
¿Se supera el límite de nitratos que marca la OMS? El alcalde de Maó ha dicho que desde el 23 de agosto, el día en que Hidrobal presentó su informe en el Ayuntamiento en el que proponía desconectar la desalinizadora y advertir a los ciudadanos de que no se puede garantizar la potabilidad del agua, ningún día se había superado el límite, porque lo que el agua ha estado en buenas condiciones y, durante este periodo, no se ha perjudicado la salud de los consumidores. El Ayuntamiento no ha aportado los documentos para avalar esta afirmación.
Ayer, viernes, el Hospital Mateu Orfila dio a conocer un análisis del agua que llega al centro y afirmó que contiene 54 miligramos por litro, por lo que ha realizado recomendaciones internas limitando su uso. Por otro lado, el informe de Hidrobal, y como ha publicado este periódico, contiene una gráfica sobre el nivel de nitratos entre el 8 de mayo y el 6 de agosto, que demuestra que en tres ocasiones se ha superado el límite en la red de distribución.
La calidad del agua y su garantía. El agua procedente de Marlbúger sigue siendo de más calidad que la procedente de los pozos de Turó, Lo ha sido, por supuesto, con la actividad de la desnitrificadora y parece que lo sigue siendo, gracias a la mezcla de aguas procedente de pozos diversos. La diferencia es que el suministro desde Turó supera casi siempre el límite de nitratos y muchas veces de forma holgada y en cambio la de Marlbúger lo supera puntualmente, aunque en la mayoría de días está por debajo. No se sabe hasta cuándo se podrá mantener esta situación. El Ministerio de Sanidad dispone de una base de datos sobre el nivel de los pozos. Los resultados de los análisis que tiene publicados el Ayuntamiento de Maó, solo llegan hasta finales de 2023.
La información es la clave. El informe de Hidrobal del 23 de agosto se conoció el 26 de septiembre, más un mes después y eso desató la 'crisis del agua'. ¿Qué decisión adoptó el equipo de gobierno? Comunicar por las redes que el agua no era apta para beber ni para cocinar. Ese comunicado reconocía la existencia de un problema grave que obligaba a tomar esa medida drástica. No se ha hecho una circular para distribuirla puerta a puerta. Es probable que no todo el mundo esté informado por conducto oficial. Porque la clave es la necesidad de reconocer y de informar que, aunque muchos días el agua está en buenas condiciones, no se puede garantizar que sea así, de tal forma que, por una evidente prevención de salud pública, no se puede permitir a los grupos de riesgo, como las embarazadas, pueden beber o cocinar con un agua que no es seguro que sea potable.
Hoy, algunos del gobierno municipal piensan que quizás fue precipitado emitir esa nota de advertencia. Eso es desenfocar el problema. Habría que poner todo el foco en buscar soluciones fiables y no justificaciones peligrosas.
