Gabriel Le Senne, a su salida del juzgado. | Pere Bota

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El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, ha negado ante el juez que le investiga por un delito de odio, que le moviera ningún móvil ideológico cuando rompió en el pleno del Parlament imágenes de represaliadas por el franquismo. De hecho, a preguntas del fiscal, ha señalado que hubiera ocurrido lo mismo con una imagen de Francisco Franco.

Le Senne ha comparecido en los juzgados acompañado por un nutrido grupo de asesores y de simpatizantes de Vox. Apenas ha estado cuarenta minutos en su interrogatorio. En la sala ha achacado buena parte del revuelo a los medios de comunicación y ha insistido en las explicaciones que dio en el Parlament: pidió disculpas por su reacción y ha enmarcado lo ocurrido en un incidente en el pleno. A la salida ha intentado también quitar peso a lo sucedido: «Espero que podamos pasar página y dedicarnos a cosas más serias. Todos lo vieron y lo expliqué en el Parlament con todo detalle. Creo que la cosa no da para más».

Sobre su imputación, considera que «cualquiera pueda emprender acciones legales»: «Yo encantado de cooperar». «Ya pedí disculpas por lo inapropiado que fue rasgar el folio, pero creo que acerté con mi interpretación del reglamento». Añade que para él sería una «sorpresa» que el procedimiento penal avanzara. «No tiene recorrido, pero tienen derecho a intentar traer un debate político. Confío en la acción de la Justicia».

Le Senne solo ha contestado a preguntas formuladas por el juez, el fiscal y su defensa. Se ha acogido a su derecho a no responder a las acusaciones particulares y populares, ejercidas por el colectivo 'Estimada Aurora' y por la Asociación de Memoria Democrática de Mallorca y los familiares de Aurora Picornell y de Antònia Maria Pascual, además del Partido Comunista de España y el Partido Comunista de los Pueblos de España. Al interrogatorio ha acudido una intérprete de catalán para asistir a la abogada de Le Senne, designada por Vox desde Madrid.

El juez tomará declaración también esta mañana a la diputada socialista Mercedes Garrido, que fue quien exhibió en la pantalla de su portátil la imagen de Aurora Picornell que fue rota por Le Senne en el pleno de junio en el que se debatía la derogación de la Ley de Memoria Democrática de Balears. Por su parte, el abogado que representa a Estimada Aurora, Sebastià Frau, sí que manifestó que el asunto tiene recorrido penal y que espera que Le Senne pueda ser llevado a juicio.